martes, 29 de junio de 2010

¿Y LA RESPONSABILIDAD DE LOS POLÍTICOS?

El asesinato del doctor Rodolfo Torre Cantú, candidato del PRI al gobierno de Tamaulipas, se inscribe en el clima de encarnizamiento político y crispación que vive el país desde 2006, y no se puede separar del discurso provocador de unos y otros que ya Octavio Paz adelantaba como preámbulo y vía más corta a la violencia. Joaquín López Dóriga.

El Presidente dijo: Porque es en la división entre los mexicanos donde los criminales encuentran los espacios y las vulnerabilidades para dañar a México. Martes 29 de junio 2010.

Toda una verdad lo que dijo Calderón, el problema es su incongruencia.

Porque si alguien ha fomentado el odio y el enfrentamiento entre los mexicanos ha sido él desde su campaña, y durante todo su gobierno. El peligro para México resultó siendo un boomerang. Quien siembra miedo y odio cosecha tempestades y tragedias.

Porque la violencia es la escala del miedo.

Es hora de que los políticos dejen de echar la culpa a diestra y siniestra y asuman por primera vez en la historia su responsabilidad por la situación del país.

No puedes ventilar, desde el poder del gobierno federal, unas grabaciones sabiendo que van a envenenar el clima político y después decirte sorprendido de que estalle la violencia de alguna forma. Es causa y efecto. Y una irresponsabilidad.

Los políticos han perdido todas las formas y principios en su lucha descarnada por el poder. Estamos viviendo la descomposición de una democracia incipiente.

Los intereses partidistas antepuestos a los de los ciudadanos.

Si la inmensa mayoría, más del 70% del país según las encuestas, ya no se identifica con ningún partido político, es porque una verdad superior existe en México. Y los políticos ni en cuenta, porque su soberbia no les permite ver ni escuchar a esa mayoría de ciudadanos concientes que ha decidido ya no seguir el juego perverso y corrupto de la partidocracia.

Todos los grandes cambios de la humanidad nacen a partir de uno o varios eventos semilla que acaban sacudiendo las conciencias y logrando la transformación de la realidad.

Estamos viviendo un momento histórico: la caída de los políticos tal y como los conocemos y el nacimiento de una conciencia ciudadana. Donde el amor es el que transforma la realidad, no el miedo.

La paz se hace con amor, no con armas.

Es la evolución mexicana: la toma de poder de los ciudadanos libres e independientes de los partidos políticos.

Santiago Pando

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EL ESPEJO HUMEANTE DE MÉXICO.

En los atentados a los pueblos hay dos culpables: el que se atreve y los que lo permiten; el que emprende y los que permiten que se emprenda contra las leyes; el que usurpa y los que abdican. Frase de M.Buele que Francisco I Madero cita en su libro La Sucesión Presidencial en 1910.

Para los Mayas, lo que sucede afuera tan solo es el reflejo de lo que sucede por dentro. La realidad como un espejo humeante de nosotros mismos. Visión periférica.

Si vemos lo que está pasando en Mexico, desde la visión 360 grados del espejo humeante, podremos comprender el nivel de putrefación del Estado político. Cada ejecución afuera, es algo que se está muriendo por dentro. Cada acto de violencia externo, es un estertor agónico del interior. Cada grito de impotencia y angustia en la calle, es una herida mortal del viejo sistema. Cada nueva justificación de los políticos, es un día menos de vida para la mentira oficial.

El sistema donde los políticos eran el poder, los sacerdotes la tabla de salvación, la televisión la verdad oficial y el dinero el dios que todo lo puede, ha colapsado. El sistema de creencias donde la mentira y la doble moral eran lo políticamente correcto; y la culpa, el miedo y la manipulación sus normas morales, ha fallecido. El sistema donde la impunidad reinaba, llegó a su fin.

La luz de la verdad, de uno como ciudadano, lo desnudó.

La mentira, a la luz pública, revela la verdad oculta en sí misma. Toda mentira trae consigo una verdad latente. Cada secreto tiene un tesoro escondido: la luz propia.

El viejo sistema está en guerra consigo mismo. Es como el perro dando vueltas en círculo tratando de atrapar a su propia cola. El crimen organizado es el producto de la impunidad del estado. Es su propio reflejo, veneno, mortal.

Es el tiempo de trascender la razón de los buenos contra los malos y las víctimas contra los culpables, y también, la de los polícías contra los criminales. Son espejos de lo mismo.

Es la hora de hacernos responsables, todos, de lo que está pasando. Desde los políticos que se la pasan sembrando odio y miedo en la sociedad, hasta el que se pasa un alto, o da una mordida, o se mete una raya de coca, o el que se la pasa criticando todo lo que él mismo no está dispuesto a cambiar.

¿Quién en México está excento de la ilegalidad, por ejemplo? Muy pocos, porque el sistema fue hecho para eso. ¿Quién cree en la justicia en el país? Nadie. Es absurdo creer que se puede ganar una guerra con un sistema de justicia invadido de corrupción. Es lo mismo que escupir para arriba.

Hacernos responsables significa cambiar un sistema de creencias que nos gobernó durante siglos, víctimas contra culpables, para lograr transformarnos. Uno es el poder creador. Si cambio mi metro cuadrado, transformo la realidad.

El corazón es el punto de reunión.

Es cuando la serpiente une su dualidad y se convierte en águila: serpiente emplumada.

Cuando los mexicanos nos hagamos responables de lo que está pasando, cuando dejemos de eharnos la culpa los unos a los otros, cuando dejemos de juzgar a diestra y siniestra, cuando llevemos a la práctica el ama a tu prójimo como a ti mismo, incluso con los políticos, o los narcotraficantes, o los policías, o los pederastas, entonces, podremos sentir el poder del todos somos uno. Amar es todo lo contrario a juzgar.

Y la unión es el poder de uno.

Por ejemplo, la caída del Padre Maciel que cimbró hasta el Vaticano, desde México, nos revela el poder de lo que está aconteniendo entre nosotros. La energía luminosa que se está despertando en nuestro país. Es como un volcán humano a punto de hacer erupción.

La mujer dormida debe dar a luz, diría el Maestro Velasco Piña.

México está destinado a ser faro del mundo. Aquí nace la nueva conciencia planetaria. Vivir en amor es el paso siguiente de la evolución humana. Y todo empieza por uno.

Uno a uno somos todos.

El sistema de la razón colapsa en México, porque el reino del amor renace entre nosotros. Eso dice, por lo menos, el espejo humeante de los Mayas.

Santiago Pando

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PLANTAS MEDICINA

A la abuelita.

Hay gente que asume que sabe más que Dios, y llama a la medicina del alma, droga.

Es como llamar huracán al viento o tsunami al mar. O asesino al hombre. Y puta a la mujer. O pederasta a Dios, gracias a ciertos sacerdotes.

La ignorancia tiende a no distinguir los matices, ni los colores, ni los aromas, ni las texturas, ni las profundidades, que tiene la verdad de la vida cuando se vive en presente.

La verdad es claroscura.

La luz más bella es cuando el sol y la luna hacen el amor, dos veces al día, al amanecer y el atardecer. No existe el blanco y el negro absolutos. Como ni el ayer ni el mañana. Ni lo bueno ni lo malo.

Negar la verdad es tan cómodo como vivir en la incomodidad de la mentira oficial.

Resumen: la comodidad es incómoda. Por naturaleza.

Las plantas medicina son las fórmulas mágicas que el Creador nos otorga para sanar las heridas del alma: tan profundas que no se lavan simplemente con agua y jabón. Ni se borran con agua bendita. Ni logra absolverlas el anillo del papa ni obispo alguno.

Estamos hablando de heridas serias, no dramas, de ésas que hacen que la vida valga la pena.

Las plantas medicina son el alivio después de la batalla de los siglos. La recompensa divina a la fe humana. La luz al final del túnel oscuro del despertar de la humanidad.

Son actos de amor, hechos de la fe: Dios en planta medicina.

Santiago Pando

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LIBROS

Empacar y desempacar libros, tus libros, es dar un repaso a tus diferentes etapas.

Los libros hablan de nuestro camino. Y de nuestras caras.

En mi caso, mi tesoro más grande, mi herencia para Daniel, son mis libros. Miles, o menos. O más, quien sabe.

MIs libros más viejos, son los de mi époa radical, donde el Che permeaba el pensamiento, Carlos Castañeda preparaba las pócimas mágicas y Bukowsky vomitaba sobre la cama el poema matutino.

Soy hijo del desenfreno, y la revolución de la conciencia.

William Blake fue el que me voló la cabeza a los 17 años con las bodas del cielo y el infierno. Neruda le puso palabras correctas a la rebeldía política. Y Regina, de Antonio Velasco Piña, me conectó al México profundo, donde la espiritualidad es la realidad.

Muy importante, la etapa erótica, donde la colección española sonrisa vertical pintó de rosa, y encaje, todo tipo de fantasías sexuales. De estos tiempos surgieron los libros Erotisa I y 2, de fotos y poemas que Tisa y yo publicamos. De colección, actualmente.

Y de culto, todavía, para nosotros.

Entre mis libros domina la editorial anagrama, española también, en cuanto a novelas y cuentos. Me gusta su estética y su contenido.

La belleza no está peleada con la verdad. Ni el amor con la paz.

Jaime Sabines es el poeta mayor del amor y sus cotidianidades. Coartazar, es el cuento perfecto. Y Paz y Borges, dos enormes referencias de la psicodelia poética.

Los libros son la ropa de la Casa del Árbol.

Está hecha para vestirlos. Y embellecerlos. En sus paredes igual lucen bien los clásicos, Savater, como los contemporáneos, Xavier Velaso. El Quijote de Cervantes le hace compañía a los libros de Osho. Nietzche desayuna con Kryon un té verde mariguana, como diría Sabina. Y todo se sincroniza, nada pelea.

El amor une, no divide.

Por ello, la casa prefiere los poemas a los dramas. Y le cree más a Jodorowsky que a Truman Capote, por ejemplo. O a Tom Wolfe. O a Aguilar Camín. O a Monsivais.

La Casa del Árbol es artista, no intelectual. Es pura, no purista.

Los libros hablan de uno, más que de sí mismos.

Santiago Pando

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jueves, 3 de junio de 2010

MUDANZA

Muda danza.

Movimiento escénico donde uno guarda cosas, su vida entera decimos, en cajas, y las emociones se nos empaquetan. Y se nos mueven los recuerdos. Y se nos arremolinan los sentimientos.

Mudarse no es grato al principio.

Guardar en cajas nuestra vida es comprimir nuestras emociones. Hasta que, trasladada la geografía, viene la recompensa.

Y es la hora de abrir las cajas. Y dejar salir las palomas de la paz. Y que las heridas respiren. Y las sábanas se sequen al sol.

Y de embellecernos junto a la casa nueva. Y de abrir el corazón a la inesperado, y cerrar la llave de la inercia.

Mudarse es transmutar. De oruga a mariposa. De caja de televisión a ventana de internet. De razón a corazón.

La muda danza.

Santiago Pando

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