Hoy inicio un ayuno de agua de jamaica. Es necesario purificar el cuerpo después de 33 días de gira por Argentina. Y antes de emprender el regreso a la Casa del Árbol.
Estamos en mudanza. Cerrando ciclos, abriendo una nueva espiral.
El viaje por Argentina fue iniciático. Lleno de enseñanzas y sorpresas.
Abundante en amor. Unir los dos hemisferios es desafiante en verdad.
Ser puente es transitar por ambos lados. Caminar es trascender. Paso a paso.
Seguimos trascendiendo. Avanzando. Compartiendo. Abriendo el corazón. Con una fe inquebrantable.
Hoy lo único que puede sacarnos a flote es la fe. Y la fe se alimenta de amor propio.
Creer es crear nos ha ido transformando. Recreándonos. Somos otros.
Más precisos. Más amorosos. Menos ajenos.
Los puntos se están uniendo, las redes se están formando. Estamos reconstruyendo el andamiaje del todos somos uno.
33 días después, México sigue violento, sangrante. Recuerdo que los niños nacen envueltos en sangre. Es el proceso natural. Nacer duele, porque se nace por dentro.
Es tiempo de unirnos. De trascender nuestras diferencias. Hermanarnos en el corazón.
Abrir el corazón es unir nuestros dos hemisferios. La izquierda es hermana de la derecha. El todos somos uno pasa por el perdón coletivo. Perdonarse a sí mismo es igual a perdonar a los demás.
El parto es luz nuestra. Dios en uno somos nosotros.
Santiago Pando
www.creerescrear.com
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