jueves, 13 de mayo de 2010

EL CASTILLO

A la Casa del árbol también le dicen el Castillo.

Ese fue el sobrenombre que le puso Memo, el Merlín barbas blancas que la construyó hace 40 años. El genio que se hace llamar jardinero.

Nosotros nunca le habíamos llamado Castillo. Simplemente la Casa del Árbol.

Cuatro años vivimos alejados de ella, autoexiliados en Guadalajara. Tiempo que nos permitió transformarnos. Sanar las heridas. Y tomar la decisión de dejar de ser guerreros. Y convertirnos en caballeros del reino del amor.

Iniciarnos en el arte de fluir, para dejar de luchar.

Hoy la espada está guardada en la piedra de la Casa del Árbol. Representa la justicia divina.

Y ahora entiendo, a profundidad, porque le llaman el Castillo.

En el reino del amor todos los hombres son reyes, las mujeres reinas, y los niños príncipes, y princesas, herederos del trono.

El retorno del reino del amor está en su proceso final. Dar a luz entre nosotros.

Santiago Pando

www.creerescrear.com

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