Trascender los prejuicios, izquierda y derecha, es unir los opuestos.
La unión de los opuestos es la luz al final del túnel.
Sólo a través de la unión de los opuestos podremos hacer realidad la reconciliación nacional.
Sin los ciudadanos, el PAN y el PRD no existen.
La única forma de romper la inercia del pasado, es comprender que los ciudadanos somos el poder, no los partidos.
El PAN y el PRD no tienen candidatos propios, fuertes. Es hora de que se abran a los ciudadanos libres e independientes.
La labor de parto continúa: México está dando a luz una nueva conciencia de unidad.
El corazón es el punto de reunión. La guerra es la desunión.
La ficha que estorba para la unión nacional es la posición actual del presidente.
Cambiar de estrategia es su única salida.
Es hora de transformar los miedos en amor a México.
Dar a luz es amar al prójimo, al opuesto, como a uno mismo.
El águila vuela cuando nos unimos en el corazón.
Santiago Pando
www.creerescrear.com
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